En
geología se denomina
concreción a la acumulación en el seno de una
roca de sustancias transportadas en
disolución por el
agua que posteriormente endurecen.
Las
concreciones calcáreas se hallan, sobre todo, constituidas por la
calcita o el aragonito, que son las dos formas cristalinas que puede adoptar el
carbonato cálcico. Sus ejemplos más comunes son las
estalactitas y las
estalagmitas de las cavidades cársicas. El agua saturada de calcio que mana de las fuentes petrificantes forma una capa de
caliza en la superficie de los objetos que moja durante un tiempo suficientemente prolongado.